Los simuladores representan situaciones o fenómenos reales para permitir un análisis más profundo de dicha situación y favorecer la participación activa del alumno en el proceso de aprendizaje.
Es interesante pensar que no siempre podemos optar a la opción de tener una práctica real cuando estudiamos nuevos temas, bien por que no se disponen de los medios, por inexperiencia, o por muchas otras circunstancias. Pero es muy beneficioso el poder practicar, porque ello te da la oportunidad de aprender de los errores, de investigar, de optar por documentarte primero y luego probar para cerciorarte de lo aprendido, o de probar para ir adquiriendo en la práctica nuevos conocimientos.
Los simuladores son muy importantes ya en muchos trabajos fuera de las aulas, por ejemplo los pilotos de avión, de trenes... y profesionales del transporte de pasajeros renuevan sus conocimientos y los amplían gracias a estos simuladores. Ningún piloto puede coger un avión real para probar a ver si sabe volar, ¡y nadie quisiera ir a ver si lo hace bien o no!
También son muy útiles y se empiezan a utilizar en autoescuelas para el carné de conducir, ya que las primeras clases cuando se es inexperto por completo, puede suponer un peligro hacer las primeras practicas con un vehículo de verdad, por las calles de una ciudad.
Otro aspecto de los simuladores son los que muchas veces utilizamos sin saber que lo son, por ejemplo, aquellos juegos en los que tenemos multitud de opciones a elegir y que varían en el tiempo.
Uno muy famoso es el de los Sims, en el que el jugador desempeña un roll y lo lleva a cabo como el decide.
Otro sería el Sim City, en el que uno construye una ciudad a su antojo, con unos recursos u otros y puede destruirla o dañarla para volver a empezar o seguir con ella.
Aquí dejo un vídeo en el que se puede ver como se utiliza un simulador de coches de carreras.
